En diversas ocasiones hemos escuchado los problemas que existen en África, desde falta de alimentos o agua, por lo que teniendo estos problemas podríamos pensar que lo último en lo que enfocarían sus esfuerzos es conseguir energía eléctrica, sin embargo, es vital y de gran importancia para los habitantes.

Distribuir energía puede resultar difícil debido a la falta de líneas eléctricas que tienen la función de conectar grupos y aldeas, motivo que impulsó a dos habitantes de Madrid a emprender un viaje de una totalidad de 9,000 kilómetros y con una duración de dos años, siendo el principal objetivo llevar a la comunidad de África la transmisión de cine y películas, cuya energía venía proveniente de una bicicleta transportada por ellos mismos.

Isabel y Carmelo, fundadores del proyecto bautizado con el nombre de Cinecleta, han recorrido las calles de Marruecos, Senegal, Guinea y otros países con un equipo que solo necesita energía proveniente de los pedales de la bicicleta para poder generar energía y transmitir cualquier película que se desee, siendo los cables de conexión, proyector led, pantalla y cajas de conexiones sus principales herramientas.

Al llegar a cada lugar de destino comienzan instalando la pantalla donde se llevará a cabo la proyección y tenerla lista para que, al momento de anochecer, todo comience sin problema alguno. La energía que se requiere para poder producir dicho espectáculo necesita una mano, pues los locales tendrán que unirse y pedalear para poder despertar la magia del cine. Es necesario pedalear durante toda la proyección de la película, por lo que se trabaja por turnos con el fin de evitar la fatiga.

Cinecleta comenzó probando suerte proyectando películas en centros de mujeres, albergues para niños e incluso llevaron la magia del cine en cárceles. Hoy en día, busca cumplir con el propósito de mejorar la calidad cultural y social, sin olvidar aumentar la calidad tecnológica que existe en diversos países del continente.