La electricidad es una fuente de energía con la que hemos vivido diariamente desde hace mucho tiempo, convertida en un aliado del ser humano en sus tareas del día a día, desde cocinar, lavar, hacer ejercicio, realizar actividades de entretenimiento personal, trabajar, entre muchas otras cosas.

Esto nos pone a pensar… ¿Cómo sería nuestra vida sin energía eléctrica? ¿Usaríamos fuego? ¿Usaríamos velas? Quizá es una pregunta difícil de responder, sin embargo, en los años 1800 los habitantes del mundo ingeniaban las mejores formas de iluminar su día a día, hasta que Godalming, de Surrey, Inglaterra, se convierte en la primera ciudad en brindar a sus habitantes suministro de energía eléctrica pública en el año 1881, pues es ahí donde se lleva a cabo la construcción de la primera central eléctrica para proporcionar iluminación tanto pública como privada.

El gran acontecimiento sucedió el día 1 de octubre de 1881, pues se dio a conocer por medio del anunciante de noticias de Surrey que, desde una semana antes, la iluminación que se había estado proyectando por las noches provenía de energía eléctrica, misma que comenzó siendo un experimento y es la forma en la que se ha estado operando hasta el día de hoy.

La noticia más importante que dio el anunciante de Surrey a la ciudadanía fue que la adopción de energía eléctrica era un derecho que aplicaba para cualquier persona que ahí habitara, informando también que se les daría la oportunidad de introducirlo tanto en viviendas como en sus negocios, siendo Stephen Tanner uno de los primeros habitantes en contar con la preciada fuente de energía, quien era contador, proveedor y dueño de su propia tienda.

“La luz de la calle en el zócalo cercano en el medio de la carretera se asemeja al primer alumbrado público eléctrico que se erigió en el mundo. Godalming proporcionó iluminación eléctrica a sus ciudadanos no solo en las calles sino también en las casas”, fue la frase colocada tiempo después en una placa de la calle principal y grabada para la posteridad en la ciudad perteneciente a Surrey, poniendo en alto el nombre al ser la primer ciudad con energía eléctrica en el mundo.